Has visitado el hogar
El parador de tu ser abandonado
Has acariciado la suavidad de la más afable corteza
Has hablado con el animal que quiere seguirte
Has abrazado lo dorado del ligero trigo
Has reído la compañía de un alma hermana
Le has dicho que nunca antes viste una
Que nunca tu mano saboreó su tacto
Que nunca tocaste el sabor de no estar solo
Que nunca sentiste el hogar
El hogar existió solo cuando tú hiciste lo propio
Pero tu duda permitió el secuestro
El secuestro del niño que jugaba sin sudar
El que encontraba calor porque eso era
El que encontraba al padre y al hermano porque eso era
Porque todo era en él
El secuestro fue planeado por el arte del imponente impostor
Iracundo cúmulo de censuras profesionalmente maquilladas
Racionales embaucadores que venden instrucciones de perturbación existencial
Instrucciones de hasta donde percibir
De hasta qué decibelio reír
De hasta qué nota tocar
El hogar no hace visitas
Y las cerradas paredes no te lo mostrarán
Te dirán que ellas lo son
Te dirán eso que te hace temblar:
“Nunca dejarás de abandonarte”
La automática tendencia a tu negación la alimenta
La alimenta como la gravedad al caer
Como el dolor al odio
Como el alivio al amor
Nunca dejarás de abandonarte
Nunca conociste alma hermana
Y tras besarla te alejas
Te alejas pidiendo coraje para volverla a besar
Pero el coraje se aleja al ritmo que huyen tus labios
Y hoy ya no habrá más sol y no verás el camino de vuelta
Vagarás entre la oscuridad del pavor a chocar con otro ser
Temerás moverte del sitio sin divagar en análisis racionales sobre el entorno
Lo temerás por no verlo
Levantarás muros para separarlo de ti
Posarás un techo que deje fuera al espíritu
Y con luz artificial basarás tu existencia en estar seguro
Cómodo sin viento que te azote sin tus ojos verlo venir
Poseedor de paredes con techo y juguetes
Prestigioso dentro de la caja en la que gimes dolor cauteloso y aceptado
Porque tu alma no será testigo
Porque el bosque del que te escondes tampoco
Porque el río no te oye desde la caja
Y él es tu hermano
Y el árbol y sus ramas
Y el enjambre y su miel
Y la mujer y la madre
La manada y sus lobos
Su rugir y sus aullidos
Tu latir más esponjoso
Tu besar más sincero
Pero el amor se da con los ojos
Que se abren para desnudar dos almas hermanas
Para dejarlas reproducirse en el fundir de la bella mirada
Que avisará a los dedos para celebrar el roce de la carne
Carne, que tapada por pared, no es palpable
Pero te dijeron que era suave
Y solo imaginas la suavidad
La razón no la entiende
Y en gloriosos arrebatos de paz encuentras a tu hermano
Tu hermano, que será cualquier ser
Y tu instinto recupera sus arrebatados genitales
Pero el niño llora y no juega
No sabe ya lo que es una madre
No cree ya en ningún hogar
Se separó de su hermano por miedo al placer de amar
Su hermano, que siempre es el mismo
El mismo en distinta forma y cuerpo
El mismo en la fuerza que le mueve
El que pierdes a medida que huyes hacia el anochecer sin luna
El que no está contigo en la caja de tus circunstancias
Desenvaina y afila
Que nazca el rezumar del instinto
El asombro ante todo
El ver en lo oscuro
El regreso al hogar, que estará en cualquier aquí
Cualquier aquí con el alma hermana
Desenvaina y afila
La circunstancias secuestran al niño
Atraviesa y mata
No dudes
Degolla la oscuridad de tus circunstancias
No volverás a abandonarte.